Doctora Lingan:
Hace muchos años me he dedicado, como aficionado e infructuosamente, al ocultismo. Nunca pasó nada. No viene al caso narrar todos los actos que realice para invocar al Señor de la oscuridad. Primero porque me da un poco de verguenza contarlo. Y segundo, porque podria hallarme en serios problemas con la policia si se enteran de eso. El punto es que ya casi habia perdido la esperanza y estaba pensando en postularme a los Legionarios de Cristo. Hasta que un día -cuando me hallaba en el baño disfrutando de la lectura de la pagina de espectáculos de Periódico de a China- se apareció, así sin más el mismísimo diablo ofreciéndome la realización de tres deseos a cambio de mi alma inmortal. Luego de arduas negociaciones -puesto que he de confesar que soy abogado litigante-accedió a incrementar el número de deseos a diez. Me hallaba bastante satisfecho por el éxito de la operación, cuando descubrí que no tenía idea de que cosa pedir. No se bien lo que deseo, porque lo deseo todo y me aterra arrepentirme después de tomar las decisiones equivocadas.
Es por eso que recurro a la única persona cuya probada sabiduría puede ayudarme. O sea, usted, doctora Lingan.
Mis preguntas son:
- ¿Es prudente entregar mi alma a una eternidad de tormentos por unos pocos años de placeres terrenales?
- ¿Podría encontrar alguna manera de rescindir mi contrato, asi como hizo Mourinho con el que tenía con el Inter para poder firmar por el Real Madrid?
- En caso de que apruebe mi comportamiento. ¿Cuáles son los deseos que tengo que pedir?
Espero su pronta respuesta. Pues entenderá que el Príncipe de la Tinieblas es alguien muy ocupado y ya ha tenido bastantes deferencias al permitirme esta consulta. (De hecho, se declara fanático de su sección, por lo que me encargó que le enviara sus saludos y si es posible le consiguiera un autógrafo)
Atentamente
Juan Gil Chambi