domingo, 2 de enero de 2011

Quiero ser médico, pero mi I.Q. de 81 lo impide

Doctora Lingan:

Soy estudiante universitario de primer año. Mi meta es ser médico y poder tratar enfermedades que ahora son incurables: ¡Vencer al SIDA es mi más grande anhelo! Sin embargo, por culpa de este sistema injusto de cupos para la universidad, ahora me encuentro cursando el segundo semestre de la carrera de Teología, pues el sistema podrido que no premia el esfuerzo ni las esperanzas puras me calificó con un treinta y cinco sobre cien, que -gracias a la opción de carreras múltiples- me sirvió, apenas, para los estudios religiosos (Que parecen tener poca demanda, pues somos apenas dos en clase).

Mis preguntas son:

- ¿Hay alguna manera de ingresar a Medicina sin tener que dar esos tontos exámenes de suficiencia?

- ¿Puedo ser igual de útil a la sociedad graduándome de teólogo?

- ¿Hallaré novia?

Muchas gracias por su valioso tiempo doctora y espero sinceramente que su respuesta me permita encaminar el rumbo.

Suyo siempre

Florentino Zegarra

Querido Florentino:

Te aseguro que un coeficiente intelectual bajo no es ningún impedimento para tener una vida plena y saludable económicamente. Recuerda que el cielo es el límite y que el problema no es desear mucho, sino creer que esos deseos son irrealizables. No es por levantar tu ánimo pero he conocido personas que son incapaces de pronunciar una frase coherente, o por lo menos verbalizar apropiadamente, pero han llegado a ser Presidentes de la Nación o, cuando menos, Fiscales Superiores adjuntos.

Pero no perdamos tiempo y pasemos a responder tus preguntas:


1º Lamentablemente es muy difícil que ingreses a la carrera de medicina por tus propios méritos. Sin embargo, no te decepciones. No tiene ningún valor lograr las cosas por ti mismo. ¡Eso es romanticismo decimonónico! Ve a vivir a un pueblo pequeño, que seguramente tendrá una universidad con no más de dos años de antigüedad e inscríbete en ella. No te preocupes por dar exámenes. No serán necesarios. Tampoco es que tengas que sacrificarte durante doce o más semestres en ese pueblo olvidado. Puedes ir sólo a dar exámenes, siempre y cuando dejes el dinero suficiente para que los profesores no se olviden de ti mientras duren las clases. Si aún a pesar de las ventajas, te parece una opción muy sacrificada, opta por asesinar a un estudiante de último año, con un vago parecido a ti y argumenta que te deformaste reventando una rata blanca o una barra de dinamita en Navidad, por lo que ya no te pareces al de la foto. Ya lo hizo antes el doble de Paul Mc Cartney, y gozó de toda la fama de Los Beatles. Es muy sencillo convencer a la gente de que no te conocen realmente.

2º Con respecto a la teología. Es útil para el estupro y la pedofilia, pero no creo que sean esas las formas de servir a la sociedad en las que estés pensando, por lo que te aconsejo que abandones inmediatamente esa carrera, salvo tengas posibilidades de pertenecer a la Obra de San José María Escrivá o al siempre santo Sodalicio. En ese caso, el estupro y la pedofilia también tendrán cabida en tu vida, pero con mucho más dinero. Y ya sabes -y lo sabe cualquiera en el Opus- que cuando hay dinero, el pecado mortal se hace venial.

3º Por tus tendencias religiosas y cierta conducta mesiánica que noto en tu escribir, sin mencionar que deseas ser médico, creo que sería mejor que pensaras en conseguir un novio pues se te hará más fácil el amor homoerótico que la dureza, indisciplina y conflictos que genera la heterosexualidad.

Me despido de ti, aconsejándote que luego de triunfar en la medicina, te dediques a la política. Te veo madera y, quien sabe, tal vez algún día llegues a alcalde de una ciudad sudamericana importante

Atentamente

Dra. Lingan

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