martes, 15 de marzo de 2011

Terrorista Islámico de Prestigio piensa en el Retiro

Doctora Lingan:

Es muy grato saludar a tan distinguida dama y desde ya, es un consuelo, compartir estos momentos de amargura con quien ha demostrado a lo largo de décadas, un agudo conocimiento de las diferentes sociedades y culturas, y -sobre todo- del alma humana.


Querida amiga, soy considerado uno de los mayores súper villanos de mi generación, y -a diferencia de muchos otros- a fuerza de esfuerzo, constancia y -modestamente- un particular don para estar en el lugar preciso en el momento correcto, me he sabido mantener en el ojo de la tormenta y en el imaginario colectivo de pesadilla de la humanidad. En mis mejores momentos he llegado a ser conocido, por la opinión pública como un flagelo de la humanidad; y, por los medios de comunicación -tan atentos ellos- como el quinto jinete del apocalipsis.


Sin embargo, últimamente las cosas han ido cambiando. De manera tan paulatina, que apenas me doy cuenta que estoy desfasado. Hay estudiantes universitarios que no han oído hablar de mi, e incluso, algunas agencias de inteligencia, me han borrado de la lista de los más buscados. No sé si será que la vejez me ha llegado de golpe, pero ya no puedo realizar atentados a la velocidad que se espera de mi leyenda. Encima tengo que estar declarando yihads a mansalva a través del Facebook. Y el Twitter, ¿Cómo se supone que debo lanzar fatwas lapidarias con 140  caracteres?


Por todo eso, he pensado seriamente en el retiro. Es mejor ser un recuerdo terrible que el hazmerreír del terrorismo  internacional. Sin embargo, me queda la pregunta existencial que debe enfrentar todo jubilado: ¿Y ahora que hago? Tengo algunas propuestas para redactar, a cuatro manos con George W. Bush, el libro: "Guerras Santas para Dummies" y también para realizar un documental sobre los efectos del calentamiento global en la disipación sexual del mundo árabe.


Ambos, son proyectos que me atraen y que permitirían que el público vea una faceta más intelectual de mi personalidad; pero, a la vez, tengo ciertos reparos, principalmente, la vieja tradición de morir en el campo de batalla luchando por mis ideales, o fusilado por un ejército invasor yanqui como todos mis predecesotes. ¿Que debo hacer, gran sabia?

Tu seguro servidor
XXXXXX

Querido XXXXXX:
Es grato saber que, a pesar de los éxitos que has obtenido en tu carrera, aún siga viva esa llama que te hace perseverar en lograr triunfar en nuevos retos. Es cierto que el mercado del terrorismo internacional, particularmente el islámico, ha tenido un boom similar al de las acciones de Apple, por lo que han surgido nuevos talentos, consagrados en cuerpo y alma a sus revoluciones y guerras santas, y, a pesar de tus innegables cualidades, se hace difícil mantenerse en la cresta de la ola. Por esto, te recomiendo no gastes más sangre en vano y dejes ese trabajo para las nuevas generaciones de fundamentalistas y muestres al mundo esa vena artística que me causa sincera curiosidad, y es más, no deberías perder la oportunidad de trabajar con una luminaria como Georgy Bush. Juntos, me atrevo a predecir, podrían llegar a crear una obra verdaderamente perdurable para la humanidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario